Tras la aparición del lenguaje hablado, que consolidó la identidad del ser humano como especie, el hallazgo de la escritura representa el acontecimiento de mayor relevancia en el devenir de la cultura. Es el hito que marca el límite entre la prehistoria y la historia.
De la importancia otorgada por los pueblos a la escritura nace el interés por su corrección. La ortografía es definida por los griegos como «el arte de escribir correctamente». Fija las letras y las normas de su correspondencia con los sonidos, las reglas de puntuación y acentuación, el uso de mayúsculas y minúsculas, los diferentes géneros de abreviaciones.
La ortografía posee una enorme importancia para la lengua. La adopción de normas comunes garantiza un sentimiento de cohesión que no se percibe en el léxico, en la pronunciación ni en la gramática. Este factor es de mayor relevancia en lenguas con un elevado número de hablantes y de gran extensión geográfica como el español.
La ortografía posee gran transcendencia en la formación personal. Su aprendizaje se inicia en los estadios más básicos y se prolonga toda la vida. De la misma forma que recompensa con prestigio a sus buenos poetas, narradores y dramaturgos, la sociedad de todas las épocas ha premiado a quienes escriben con pulcritud y corrección. Por el contrario, esta misma sociedad es la que sanciona las faltas que transgreden tal bien común.
RAE